Sentencia doble en tres actos

Sentencia doble en tres actos
Por El Perro Amarillo
“Juan Orlando Hernández
jugó un papel de liderazgo en una violenta conspiración
de tráfico de drogas patrocinada por el Estado”
Fragmento del Documento 269, Archivo 03/16/21
Tribunal de Distrito de los Estados Unidos / Distrito Sur de Nueva York
Estados Unidos de Amércia Vs Juan Antonio Hernández Alvarado,
a/k/a “Tony Hernández,” acusado

Presentacion de la Sentencia del Gobierno



PRÓLOGO: EL HELICÓPTERO DEL HERMANO DEL PRESIDENTE

Una cadena de noticias norteamericana informó en 2017 que el ex Capitán Santos Rodríguez Orellana aseguró que en 2014 descubrió un helicóptero que aterrizó en Honduras con 600 kilos de cocaína. Pero cuando llegó a incautarlo, la droga ya había sido descargada. El Capitán declaró que un informante le dijo: “Se metió en problemas, ese helicóptero es del hermano del presidente”.

Juan Antonio Hernández Alvarado (Tony), el hermano del actual mandatario hondureño, fue detenido por la DEA en Miami, en noviembre de 2018. Un primer comunicado del Distrito Sur de Estados Unidos anunció que el hermano del presidente Juan Orlando Hernández Alvarado estaba involucrado en todas las etapas del tráfico de toneladas de cocaína con destino a EE. UU.

Un año después, el 18 de octubre de 2019, Tony fue declarado culpable por los delitos de: 1. Participar en una conspiración para exportar cocaína a los Estados Unidos. 2. Uso de ametralladoras en cumplimiento de su delito de tráfico de drogas. 3. Participar en una conspiración para llevar y usar ametralladoras en cumplimiento de su delito de tráfico de drogas. 4. Falso testimonio.

PRIMER ACTO: LA SENTENCIA DEL HERMANO DEL PRESIDENTE

En la página 4 del pliego de sentencia (Case 1:15-cr-00379-PKC Document 296, Archivo 03/16/21), que será leído el día de hoy, dice: “El imputado era un congresista hondureño que junto a su hermano Juan Orlando Hernández jugó un papel de liderazgo en una violenta conspiración de tráfico de drogas patrocinada por el Estado. En un período de quince años. El imputado corrompió las instituciones democráticas de Honduras para enriquecerse, transportando al menos 185 mil kilogramos de cocaína, una asombrosa cantidad de veneno que ayudó a importar a los Estados Unidos. Para lograr este asombroso nivel de distribución de medicamentos, el acusado comandó a miembros fuertemente armados del ejército hondureño y Policía Nacional”.

Más adelante, el texto concluye: “El acusado (Tony) ganó al menos $ 138.5 millones en dinero de sangre a través de este curso atroz de conducta. También abusó de su posición política y social para facilitar estas actividades del narcotráfico.

SEGUNDO ACTO: LOS SOCIOS DEL HERMANO DEL PRESIDENTE

La sentencia deja en claro que, de 2004 a 2008, el acusado se sumó a la organización del narcotraficante Héctor Emilio Fernández Rosa alias “Don H”, quien está pagando una pena de cadena perpetua en Estados Unidos y fue uno de los hombres fuertes del Cártel de los hermanos Valle, que a su vez eran aliados del Cártel de Sinaloa.

Tony se encargaba de notificar a sus aliados sobre la posición de retenes policiales y militares para que sus actividades fueran llevadas a cabo con éxito. Dicha información le agenciaba la suma de 5 mil dólares por cargamento de cocaína que llegaba a su destino con éxito (al menos 4 cargamentos de media a una tonelada de cocaína al mes, por nueve meses cada año). De igual manera, recibía de 10 mil a 50 mil dólares por generar avisos a sus aliados sobre las operaciones de las fuerzas navales hondureñas.

En 2009, Tony pidió a sus socios que proporcionaran más dinero para apoyar las campañas electorales. Indicó que, si ese pago se hacía a la campaña del Partido Nacional, que si Pepe (Porfirio) Lobo Sosa era elegido presidente y Juan Orlando se reelegía en el Congreso Nacional, tendrían más conexiones y mayor acceso a la información de la Policía Nacional y el Ejército de Honduras. Esa ruta de apoyo lograría que el actual mandatario, Juan Orlando Hernández, se reeligiera, incluso en contra de lo estipulado por la Constitución de la República de Honduras.

El relato del caso descrito en la sentencia también se refiere a Alexander Ardón, ex alcalde de El Paraíso, Copán; y narcotraficante confeso. Ardón le entregó 2 millones de dólares al ex presidente Porfirio Lobo Sosa a cambio de protección para su mercancía y un puesto en el gobierno para su hermano, Hugo Ardón. Entonces, Juan Orlando y el imputado Tony brindaron garantía, explicando que “si el Partido Nacional ganaba las elecciones se tendría acceso a radares en Honduras para la distribución de cocaína" y podría obtener protección similar para el Cártel de Los Cachiros, una de las organizaciones de narcotráfico más grandes y violentas de Honduras. Esta última pagó en 2009 aproximadamente 500 mil dólares a Lobo Sosa, para efectos de seguridad para su mercancía, según texto de la sentencia.

El ex alcalde Ardón también relata, como ejemplo del tipo de seguridad que brindó el acusado y el tipo de poder que él y sus co-conspiradores blandieron en Honduras, que en 2012 el Chapo Guzmán, entonces jefe del Cártel de Sinaloa, advirtió que un narcotraficante llamado Jairo Orellana había robado un cargamento de droga e "iba a hacerse cargo de la frontera entre Guatemala y Honduras”. El acusado (Tony) instruyó a Ardón Soriano para discutir el tema con el entonces presidente Lobo Sosa. Ardón Soriano habló con Lobo Sosa, quien “envió dos camiones de soldados del Ejército (hondureño) a la frontera con El Paraíso, Copán”. Ardón Soriano “vio a unos 120 soldados en total, e iban armados con M16, M60 y lanzagranadas propulsadas por cohetes. En 2013 el acusado (Tony) acepta un soborno millonario del Chapo Guzmán en nombre de Juan Orlando Hernández”.

TERCER ACTO: EL ARMA DEL HERMANO DEL PRESIDENTE (Y LA LIBRETA DE MAGDALENO)

Al menos uno de los libros de contabilidad incautados por la policía hondureña, en junio de 2018, contenía referencias a Juan Orlando Hernández – JOH. Por ejemplo, el tráfico de armas del acusado y violencia previa al juicio o el arsenal personal del acusado, quien estaba armado casi todas las veces que Ardón Soriano lo vio, a partir de 2008. El arsenal personal de Juan Antonio (Tony) incluía un AR-15 modificado y una Uzi inscrita con la leyenda “Juan Orlando Hernández, Presidente de la República”.

En el momento que Juan Hernández decide “entregar” a su hermano Tony, comienzan a darse una serie de muertes de testigos y piezas clave involucrados, desde hacía 15 años atrás. Salen a la luz documentos y fotografías en las que aparece el nombre del mandatario.

En “El Pozo”, una prisión de máxima seguridad ubicada en el sector de Ilama, Santa Bárbara, al norte del país, guardaba prisión otro narcotraficante con el nombre Nery López Sanabria. Este último habría fingido su propia muerte para evitar su captura. Luego, bajo el nombre de Magdaleno Meza Núñez, encontraría la muerte de manera sospechosa. Magdaleno, o Nery, era el poseedor de los libros de contabilidad donde aparece el nombre del ahora convicto Tony, y su hermano Juan Orlando Hernández.

EPÍLOGO: “TH” EL SELLO DE LA IMPUNIDAD EN HONDURAS

La única clave no resuelta del caso del hermano del actual mandatario hondureño es el hecho de que algunos bloques de cocaína decomisados iban marcados con las siglas TH (Tony Hernández). El mismo Tony fue incapaz de dar argumentos a los agentes de la DEA en su primera declaración.

Allende las fronteras de Honduras, hoy, 30 de marzo de 2021, se dicta sentencia a dos hombres del Cártel de Los Hernánez. El pueblo sabe que sobre el sello de la impunidad (que hasta el momento ha blindado a Los Hernández en Honduras) brilla con intensidad el juicio moral de hombres y mujeres honestas que les han condenado para siempre.