Los 48 millones de dólares que el régimen Juanorlandista pagó por los “hospitales móviles”, en plena pandemia, salieron de las arcas del Estado por partida doble. Además del estafador Axel López, también se benefició el Banco de América Central – BAC Honduras, de Jacobo Nicolás Atala Zablah.

Según puede deducirse de las pruebas aportadas para centenciar a Marco Bográn (el único funcionario preso por la estafa), y de las declaraciones de Rixi Moncada, titular de la Secretaria de Finanzas – SEFIN, la estafa es doble.

Moncada declaró, en conferencia de prensa del 25 de febrero pasado, que BAC Honduras refleja en sus registros de ejecución del Fideicomiso de Estructura Vial, una inversión de 48 millones de dólares para la compra de los siete hospitales para la pandemia del COVID-19. La misma cantidad, para el mismo fin, se registra como un egreso autorizado por Rocío Tábora, ex ministra de SEFIN, y realizado a través del Banco Central de Honduras a favor de Axel López. Es decir, ambas transacciones fueron autorizadas por Rocío Tábora.

Convenientemente, el fideicomiso de Estructura Vial fue renovado en 2020, durante la pandemia, mediante convenio tri-partito, entre BAC Honduras, Inversiones Estratégicas de Honduras INVEST-H, dirigido por Marco Bográn; y SEFIN, dirigida en ese momento por Rocío Tabora (2018-2020).